¿Qué es una historieta?

Con sinceridad, todavía no he conocido persona capaz de responder esta pregunta de manera rotunda y cerrando todos los agujeros que se deslizan en cada enunciado que intenta responder esta simple pregunta.

La definición de historieta es un verdadero misterio. Nadie sabe con certeza como describirla, pero todos la conocemos y muchos de hecho trabajamos creándolas.
Entonces, ¿Cómo puede ser que estando tan impregnados en ellas y con contacto casi a diario no sepamos como describirla en pocas palabras, por ejemplo, para mostrarle a alguien que no las conozca?
¿Será porque es un medio masivo y estamos acostumbrados a que la gran mayoría sepa lo que es una historieta?
¿Será porque socialmente se considera un arte menor y se le resta importancia?
¿Será porque en verdad no necesitamos una definición para las historietas?
Si hay algo que si puedo decir de la historieta, es que es un arte flexible que acepta constantemente innovaciones y que siempre se esta recreándose a si mismo.

A mi parecer, la historieta es un arte que abarca muchos puntos de vista diferentes, por ende cada uno lleva su propia opinión acerca de ella. Lo cual, es absolutamente válido.

Por lo tanto, la resolución acerca de “qué es una historieta” se las dejo a cada uno. Con el paso del tiempo y la incursión cada vez mayor en este arte sus descripciones seguramente irán descubriendo y cambiando de puntos de vista acerca de la definición personal.

Podría ponerme a describir los aspectos técnicos de este medio, pero tampoco le veo mucho sentido. De todas formas si a alguien le interesa esto se puede agregar.


Una aproximación teórica

Toda teoría tiene un objeto, y lo primero que trata de hacer es definirlo. Objetos escurridizos como la literatura, por ejemplo, no han podido ser definidos, pero la corriente de pensamiento que lo aborde intenta recortar ese objeto teórico para guiar las indagaciones (así, los Formalistas Rusos decidieron que no estudiarían la “literatura” sino la “literaturidad”, es decir, las características que dan a una obra el estatuto de literaria).

Nuestro objeto es la historieta. Nuestro objetivo es definirla o dar una cantidad de rasgos que indiquen que una obra va en el estante de las historietas de una biblioteca.

Rastrear antecedentes sería injusto. Borges rastreaba en Han Yu, Kierkegaard y Leon Bloy precursiones de lo que sería la literatura de Franz Kafka y finalizaba la exposición diciendo:

“Si no me equivoco, las heterogéneas piezas que he enumerado se parecen a Kafka; si no me equivoco, no todas se parecen entre sí. Este último hecho es el más significativo. En cada uno de estos textos está la idiosincrasia de Kafka, en grado mayor o menor, pero si Kafka no hubiera escrito, no la percibiríamos; vale decir, no existiría”1.

Esbozar la idea de que en las pinturas rupestres o en las ilustraciones de vasijas egipcias, así como en los escudos de guerreros de la antigüedad clásica, pasando por las ilustraciones de las páginas de volúmenes medievales, encontramos precursores de la historieta es decir que en ellos se encuentran rasgos que, desde la aparición de la historieta, los convertirían en historietas. Sin embargo, si la historieta no hubiera existido, no los podríamos considerar precursores.

El recorte teórico de nuestro objeto será, entonces, de corte descriptivo más que histórico.
Uno de los primeros acercamientos teóricos difundido sobre la historieta fue el realizado en 1985 por Will Eisner en “On Comics and Sequential Art”. El libro empieza diciendo:

“Este trabajo intenta considerar y examinar la estética única del Arte Secuencial como un medio de expresión creativa, una disciplina diferenciada, un arte y una forma literaria que trabaja con la distribución de dibujos o imágenes y palabras para narrar una historia o dramatizar una idea. Aquí es estudiado en el marco de las historietas [comic books] o tiras cómicas [comic strips], donde es universalmente empleado.”2

La definición de Eisner resulta teóricamente ambigua, porque todo arte narrativo (por no decir: todo arte) es secuencial, en tanto la secuencia3 es una sucesión lógica de núcleos narrativos unidos entre sí por una relación de solidaridad (uno presupone a otro); secuencialidad, entonces, hay en una película o en un cuento, o incluso en una sinfonía. De cualquier manera, la intención de Eisner (creador de la etiqueta “novela gráfica”) es claramente conferir a la historieta (género bastante bastardeado por aquella época) el estatuto de arte, incluso se atreve a caracterizar a la historieta como forma literaria.

La definición de Eisner nos sirve, pero no tanto. Debemos seguir indagando.

Unos años después, Scott McCloud, en “Understanding Comics”, define a la historieta como “Imágenes pictóricas y de otros tipos yuxtapuestas en secuencia deliberada, con el propósito de transmitir información y/o obtener una respuesta estética del lector4. Nuevamente encontramos la recurrencia de la elaboración y la organización de imágenes como característica propia de la historieta. Y esta definición cae en el mismo lugar que la de Eisner: el cine secuencia imágenes, incluso puede trabajar con la yuxtaposición para lograr algún efecto. Un triptico (“El jardín de las delicias” de El Bosco) yuxtapone tres imágenes y la lectura de uno a otro cuadro no es necesariamente secuencial. Incluso, si se piensa en el llamado "humor gráfico", las tiras de una sola viñeta no tendrían secuencia desde la perspectiva de McCloud, sin embargo, la organización de los elementos dentro de la viñeta respondería a una tentativa secuenciadora de la narración visual desde el momento en que la lectura responde a una dirección -derecha/izquierda, arriba/abajo-). Como vemos, esta característica puede ser constitutiva del género pero no lo define en su totalidad o no le pertenece solo a la historieta. La segunda parte de la definición, la referente al mensaje y la respuesta del lector, ya había sido advertida por Aristoteles en su Poética cuando hablaba de la catarsis (el efecto estético en McCloud) que ocurría en el espectador de una obra poética (lírica, épica o trágica).

Umberto Eco dice que

“la historieta es un producto cultural, ordenado desde arriba y que funciona según toda la mecánica de la persuasión oculta, presuponiendo en el receptor una postura de evasión que estimula de inmediato las veleidades paternalistas de los organizadores (…), así, los cómics, en su mayoría reflejan la implícita pedagogía de un sistema y funcionan como refuerzo de los mitos y valores vigentes”5.

La cita es obligada, aunque hay que decir (bajo cierto riesgo) que la definición no nos ayuda. Todas esas características enumeradas por Eco pueden ser aplicadas con mayor o menor injusticia a la literatura o al cine.

Juan Antonio Ramírez, catedrático de Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid, dijo: “definiremos el género como un relato icónico-gráfico o iconográfico-literario destinado a la difusión masiva en copias mecánicas idénticas entre sí, sobre soporte plano y estático, y cuyos códigos (icónico y eventualmente literario) tienden a integrarse en sentido diegético-temporal6. Esta definición engloba un espectro amplio de características que ciertamente le son propias la historieta. Respecto de su lenguaje, dice que es icónico (el ícono es un signo que reproduce por analogía figurativa el objeto al que se refiere; su significante es parecido a su significado) e incluso (cosa que Eco no hace) dice que puede ser literario. Habla de su difusión: masiva, en soporte plano y estático (abarca las ediciones en papel e incluso las digitales). Y con el código (acá se pone complejo), lo que quiere decir es que integra y moldea a un lenguaje propio desde una perspectiva narrativa (diegética) temporal (o sea sucesiva).

La ambigüedad de este abordaje reside en la consideración respecto del lenguaje ("icónico-gráfico o iconográfico-literario") porque la connotación de "literario" puede ser doble: o bien la historieta tiene un lenguaje icónico y uno literario (compuesto de litterae, letras) o bien tiene un lenguaje icónico que forma parte de, o puede acceder al lenguaje de la (alta) literatura.

Ya deambulamos demasiado por los caminos teóricos de otros y tenemos unas cuantas intuiciones como para elaborar una definición propia.

El elemento fundamental de la historieta es la imagen. Pero no es el único, porque sabemos que también que puede o no aparecer un mensaje verbal. También sabemos que hay una disposición intencional de imagen y palabra de modo secuencial. Entonces diremos que el cómic es una narración representada en dos lenguajes complementarios: un lenguaje visual y uno verbal.
Hasta aquí, nuestra definición es igual de insuficiente que las otras.

Agregaremos, entonces, que estos lenguajes están dispuestos sobre un soporte plano y estático y que está destinado, como dijo Jiménez, a la reproducción masiva.

Entonces, para nosotros, la historieta es fundamentalmente un arte (en un doble sentido: arte en su aspecto etimológico de “conjunto de técnicas” y arte, en su acepción moderna, como producto de las Bellas Artes) que articula un lenguaje visual (fundamental) y uno verbal (prescindible) para poner en escena (de modo eidético, visual, pues una historieta no puede ser contada en voz alta -traducida en un lenguaje verbal- sin pérdida de información) un mensaje sobre un soporte plano y estático destinado a ser reproducido técnicamente para la posterior recepción masiva, llevada a cabo por individuos poseedores de una "competencia historietística" (en el sentido Hymesiano de "competencia comunicativa"7: conocimiento de un conjunto de reglas y dinámicas que permiten la codificación—decodificación de un mensaje en varios niveles que tiene lugar en un evento comunicativo; esto es, que los receptores son capaces de interpretar con cierta seguridad el código propuesto por una historieta).

Ya tenemos un primer acercamiento teórico. Lo que queda ahora es analizar cuestiones que se desprenden como la organización de la narración, las propiedades del lenguaje de la historieta, la existencia de una retórica de la historieta, una semántica del diseño del personaje, una tipología de las representaciones simbólicas de la historieta (la representación del movimiento o de ciertos estados emocionales de los personajes mediante la articulación de una serie de símbolos cuyo significado, unívoco, es conocido por el lector competente), los trabajos sobre la página, etc. Estas ideas pueden servirnos como guía inicial para un proyecto de investigación naciente.

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