No (muy categórico, no?). Creo que ningún enunciado (háganme el favor de considerar cualquier historieta como uno) prescinde de subjetividad. Ni siquiera el discurso científico. De hecho, el discurso científico intenta esconder la subjetividad a través de mecanismos de lenguaje, pero el problema es que no existe lenguaje objetivo porque lo hablan los sujetos. Con la historieta pasa algo así. Pongamos una historieta didáctica que nos parezca supero "objetiva". Preguntémosle, entonces, a esta historieta cosas como "¿Por qué el tema que toca?", "¿Por qué la perspectiva que tiene del tema?", "¿Por qué las características de los personajes y los espacios representados?", "¿Por qué los personajes hablan como hablan?", e incluso "¿Por qué pretender ser objetiva?".
A mí me llama la atención lo siguiente: la historieta no siempre es un medio de producción individual (como puede ser la literatura, el periodismo o un comunicado científico) sino en colaboración (como también puede ser la literatura, el periodismo o un comunicadi científico), pero una colaboración tensionada: en "Seis problemas para don Isidro Parodi" de Borges y Bioy, por ejemplo, el estudioso con el ojo entrenado puede reconocer qué parte de la narración tiene mayor impronta de cada colaborador, pero el lenguaje es homogéneo (porque es un solo lenguaje y porque es una sola narración y no un cadáver exquisito). En cambio la historieta tiene dos lenguajes en tensión (la mayoría de las veces). Yo pienso en este ejemplo: qué hubiera pasado con el "Eternauta" si Solano hubiera sido pro-imperialismo, ponele. Es un ejemplo burdo, pero me pregunto cómo se transluciría en el producto final esa tensión ideológica entre los autores dentro de la tensión de los lenguajes.
Creo que enrosqué mucho todo esto, pero bueno… Otra vez me dejaste pensando, Cam!